Damas Blancas es una organización con una jerarquía de tipo piramidal, que hasta donde se conoce se compone de 4 grados: La Gran Madre , que...

Damas Blancas es una organización con una jerarquía de tipo piramidal, que hasta donde se conoce se compone de 4 grados:
  • La Gran Madre, que es la máxima autoridad de la organización
  • La Hermana Mayor, que es designada por la Gran Madre al asumir eligiéndola de entre las Hermanas, y que es su sucesora en caso de muerte, enfermedad o retiro voluntario.
  • Las Hermanas, que conforman a la mayoría de la organización.
  • Las Novicias, que son las aspirantes a ingresar, y que no pertencen plenamente a la organización hasta no cumplir de 3 años de prueba.

El ingreso a las Damas Blancas se produce exclusivamente por reclutamiento, siendo común que ocurra entre madres a hijas. Esto se explica por el largo período de adoctrinamiento necesario para poder formar parte de la organización.
Cualquier Hermana puede tener bajo su protección a una única aspirante, aunque esto no es obligatorio, y cuando ocurre la Hermana recibe durante ese período el grado de Hermana Nodriza.
Sólo pueden ser Nodriza quienes ostenten el título de Hermana, Hermana Mayor, o Gran Madre



Cada Hermana Nodriza tiene bajo su protección a una niña o joven que haya elegido, y comienza el período de educación de la aspirante que dura años.
Durante estos años la Nodriza debe poner a prueba a su aspirante 10 veces, y una vez que la aspirante a pasado satisfactoriamente esas pruebas la Nodriza solicita a la Gran Madre permiso para que la aspirante pase a ser Novicia, y la Gran Madre decide de manera inapelable si aprueba o niega dicho ingreso.
Ninguna aspirante podrá ser Novicia antes de cumplir los 20 años de edad, y el noviciado tiene una duración de 3 años, antes de poder transformarse en Hermana, e integrarse de manera plena a la sociedad.
Poco se conoce sobre las 10 pruebas a las que se somete a las aspirantes al noviciado, pero al parecer se trata de pruebas de confianza y doctrina.


Doctrina

Las Damas Blancas, a diferencia de otras sociedades secretas, no buscan ocupar posiciones de poder ni incidir en este de manera alguna. Su objetivo es mantener viva una visión del universo y de la humanidad, que según sus convicciones se ha separado de lo que llaman el Orden Natural.

Por una parte su doctrina hereda toda la tradición del culto a Afrodita.
Si bien la llamada "prostitución ritual" que se encuentra en la génesis del culto a la diosa ha quedado en el pasado, no así algunas de sus características.
Según la tradición clásica, cada joven soltera iba una vez en su vida al santuario de la diosa a hacer el amor con un desconocido. El hombre escogía a la joven, lanzaba algo de dinero a los pies de ella (aunque el monto de dinero no era importante), y pronunciaba la frase: "Yo invoco a la diosa sobre tí".
Las jóvenes más hermosas eran capaces de cumplir con su deber con rapidez, mientras que las menos agraciadas solían demorar muchas horas en poder cumplir con el ritual.
Hay quienes sostienen que desde aquí nace el culto al cuerpo de las Damas Blancas, así como sus habilidades eróticas, como forma de cumplir con el ritual a la diosa Afrodita con la prontitud y eficiencia que la diosa merece.
La frase "Yo invoco a la diosa sobre tí" forma parte hasta hoy del ritual de iniciación, aunque las versiones difieren sobre si esta es pronunciada por la Gran Madre al iniciar el noviciado o al finalizarlo.
La lógica parecería indicar que con esta frase las novicias pasan a ser consideradas "Hermanas", es decir, miembros plenos del grupo, pero no hay certeza de que tal cosa sea así.



El culto a la belleza física es parte importante del ritual y de la tradición de la diosa.
En Chipre existe hasta hoy, por ejemplo, la leyenda de la roca de Afrodita. En la playa de Citera que vio nacer de la espuma a la diosa, hay una roca llamada la roca de Afrodita, y quien nada 3 veces alrededor de aquella roca obtendrá la belleza eterna.

Afrodita, según el mito fue educada por las Horas, distribuidoras de la lluvia, quienes la recibieron como reina en Chipre y le enseñaron todos los trucos para seducir a los hombres mortales e inmortales.
La búsqueda de la belleza eterna, así como de la perfección en las artes de la seducción, son búsquedas permanentes y fundamentales de las Damas Blancas, pero no las únicas.

El concepto de que el hombre debe ser quien elija a la mujer, así como que el deber moral de esta es aceptar para honrar a la diosa, parecer perdurar a lo largo de los siglos, aunque sufriendo cambios y transformaciones sucesivas.

El concepto del Orden Natural es otra constante, mediante este orden, los seres más evolucionados siguen unos patrones de comportamiento dictados por la Naturaleza, y en la medida que se apartan de estos se apartan de la felicidad.
El león no aspira a ser otra cosa que un león, es su naturaleza actuar como tal, y si se apartara de este precepto se enfermaría.
"El lobo no elige se un lobo, simplemente lo es." Esta idea del Orden Natural asume el concepto de que hombres y mujeres son de naturaleza diferente, y que cuando se apartan de este comportamiento se apartan de la posibilidad de desarrollarse en plenitud.

Esta posición filosófica ha sido muy duramente criticada desde sectores feministas que argumentan que el concepto de Orden Natural apunta a mantener a la mujer en un rol de inferioridad frente al género masculino.
Sin embargo el concepto de Orden Natural de las Damas Blancas no apunta a una desigualdad legal, sino a defender las diferencias naturales entre ambos sexos.

Para las Damas Blancas el Orden Natural no es revelado por Dios o un ente superior, aunque cuentan entre sus filas con integrantes de diferentes confesiones religiosas, sino que se alcanza mediante la observación atenta de las enseñanzas de la naturaleza.

Al igual que en el mito a Afrodita, la fidelidad no es un valor en sí mismo, como tampoco lo es en la naturaleza. "Un león tiene tantas hembras, y durante tanto tiempo, como pueda defender su posición de otros machos rivales."
Una leona no "vive" como infidelidad la llegada de otro macho dominante al grupo, sino que es parte del decurso natural de las cosas.
Es responsabilidad del hombre, porque es parte de la esencia de su masculinidad, mantener a los rivales lejos de su(s) compañera(s).



El conocimiento que se tiene de su filosofía y rituales o pruebas de iniciación son fragmentarios, aunque son consistentes con la tradición del rito a la diosa.
Las posiciones en torno a Damas Blancas no son unánimes, van desde quienes sostienen que no se trata más que de una leyenda de tradición oral sin sustento real, a quienes piensan que hay pruebas contundentes de su existencia hasta la actualidad; quienes sostienen que su filosofía es quietista y extremadamente conservadora, a quienes acusan a sus integrantes de propalar conductas reñidas con la moral; quienes sostienen que no se trata más que de uno más de tantos grupos inocuos y de escaso interés, a quienes dedican un importante esfuerzo al intento de identificar a sus integrantes, como es el caso de los Hijos de Tannhäuser.